¿REFORMA  EDUCATIVA?
 (03-01-2017).
Con ocasión de la interpelación al exministro Jaime Saavedra, en diciembre último, una de las razones que se daba para que no dejara el Ministerio de Educación era que se iba a detener la reforma educativa.
Aparte de que una reforma educativa puede continuar con distintas personas, la pregunta que se hacían diversas personas, comprometidas y conocedoras de la educación  en el Perú, era si se podía hablar de una reforma educativa durante el gobierno del Presidente Ollanta Huamala y la dupla P. Salas-J. Saavedra como ministros de Educación.
Por ello el maestro Idel Vexler, con amplia experiencia en el manejo del viceministerio  pedagógico, se preguntaba no sin razón: “¿Cuál reforma educativa en marcha?” (“El Comercio 27-11-2016); el título parece fuerte pero es verdadero. El autor no deja de reconocer, como todos lo hacemos, diversos méritos y avances sobre todo durante el ministerio de Jaime Saavedra.
En efecto, una Reforma Educativa en regla es algo mucho más amplio que una serie de medidas parciales, por valiosas e innovadoras que parezcan; en el fondo es querer transformar la educación de un país desde sus bases y elaborar un amplio y consensuado proyecto de largo plazo para conseguirlo. En palabras del citado artículo de Idel Vexler: “Una reforma exige el diseño y ejecución de un plan educativo integral y sostenido, con objetivos, políticas, medidas, metas y estrategias que impliquen cambios efectivos y favorables en los indicadores y factores inherentes a la calidad y equidad del sistema educativo nacional”. Es evidente que en el período de Ollanta Humala no ha habido ni la intención, ni la elaboración de algo parecido.
El último intento serio de reforma educativa, muy pensada y desarrollada en una primera parte, fue en de la época del gobierno militar (1968-1980). Aunque no compartí ni comparto aspectos básicos y de desarrollo de dicha reforma, que fracasó por sus propios errores aunque dejó aportes, es innegable que fue un esfuerzo integral de cambio educativo en el Perú. Nada ni remotamente parecido ha habido estos últimos cinco años.
De otro lado actualmente se está de vuelta de las grandes reformas educativas como solución para este muy importante sector. La UNESCO, en su clásico Informe de 1996 dice: “Resulta evidente, además, que los intentos de imponer las reformas educativas desde arriba o desde el exterior fueron un fracaso rotundo”.
CONCLUSIÓN.

Hoy se propicia en cambio que los centros educativos tengan una importante autonomía a fin de que ellos se reformen a sí mismos, de acuerdo a su propia situación, y no mediante soluciones que se imponen desde fuera a todos por igual (Ministerio) y que no responden a la realidad de cada institución colegial y sus posibilidades. Las reformas generales de “esquema único y para todos” no tienen sentido y fracasan. Ellas son las que imponen los Estados a todas sus entidades como si fueran un rebaño idéntico y manejable: cada situación es diversa. Como dice  certeramente el mismo Informe: “Así, lo importante será generalizar la capacidad de innovar más bien que las innovaciones mismas”.