PRUEBAS PISA: RESULTADOS Y CUESTIONAMIENTOS.
(19-12-2016).
A) Resultados.
Como cada tres años los
resultados de las pruebas de la OCDE, denominadas comúnmente PISA, han
concitado la atención del Perú así como de la gran mayoría de los casi 70
países que intervinieron en dicho evento en las evaluaciones del año 2015.
En nuestro caso, en la
cola internacional en la anterior prueba del año 2012, ha habido no digamos una
euforia, pero sí un gran entusiasmo por los nuevos resultados en los sectores
sobre todo ministeriales. En efecto, ellos aluden a un paso del puesto último (66 en la prueba
del 2012) al 61, 62 o 63 según las materias y, en este caso, sobre un número de
69 concursantes. Asimismo que los puntajes han subido de manera importante en
las tres áreas evaluadas y que la mejora
en este sentido del Perú es la más significativa entre los diversos
países participantes.
Otros en cambio
consideran que los avances son muy limitados y sobre todo muy explicables,
manifestando que varios de los países nuevos se han situado en la cola,
empujándonos para no quedar tan atrás. En cuanto a los puntajes, que lo
mejorado es muy poco teniendo en cuenta que se califica sobre 600 puntos. En
todo caso atribuyen esta mejora a que desde el 2004 a la fecha los alumnos de
Inicial han aumentado en 550,000, lo cual habría ayudado sustantivamente a
mejorar el nivel de quienes estudian la Primaria. Asimismo, el periodista Ian
Vásquez dice que el gran aumento numérico de la educación privada, con mejores
índices de resultado, ayudó a mejorar el promedio general. Otro aspecto que
habría ayudado en el mejor puntaje sería el “entrenamiento” a los alumnos.
B) Cuestionamientos.
Se va llegando a un
consenso entre muchos educadores en el sentido que las pruebas PISA de ninguna
manera pueden expresar la calidad total de una educación. Ellas solamente ven
aspectos muy parciales. Ni siquiera llegan a abarcar con solidez las áreas que evalúan. Menos aún constituyen una mínima
evaluación de lo que es una formación integral que es la meta a que alude
claramente el artículo 13 de la Constitución.
Al respecto, León
Trathemberg Siederer e Iván Montes Iturrizaga, entre otros pero seguramente más
que otros, desde hace buen número de años vienen manifestando importantes
reservas al excesivo valor que se está
dando a estas pruebas.
En esta misma línea, en
el 2015, más de 100 educadores profesores universitarios y pedagogos norteamericanos y de otros
países, enviaron una carta de cuatro páginas al Director del Programa PISA,
Andreas Schleicher, con importantes cuestionamientos. Entre otras cosas aluden
a que: “Ninguna reforma de cualquier
trascendencia debe basarse en una única medida estrecha de la calidad”. También:
“Estamos francamente preocupados por las
consecuencias negativas de la clasificación PISA”.
EN
CONCLUSIÓN: Las pruebas PISA debieran ser ellas
mismas sometidas a una seria EVALUACIÓN y de ninguna manera debieran ser
consideradas la medición educativa de un país, la cual corresponde a su Currículo Nacional que, en el caso de Perú, es
sin duda mucho más completo que lo que solicitan las mencionadas pruebas.