¿INFORMACIÓN CON GOLPES A LOS CENTROS PRIVADOS?
 (09-01-2017).
Ahora que se aproximan las matrículas escolares el Ministerio de Educación lanzó, directa o indirectamente noticias que, siendo mal pensados, parecieran destinadas a  golpear la educación privada que, en los primeros 15 años de este siglo ha aumentado su alumnado en más de medio millón en la Educación Básica, en tanto el Estado los ha perdido en un número similar. ¿Envidias? Suponemos que no, pero una extraña coincidencia sí.
Los números se han invertido sin que la educación privada haya hecho la menor campaña contra los centros estatales. Los padres de familia, apenas tienen una mejor economía, buscan centros privados a los que consideran más ordenados, exigentes, de calidad, y con valores, y pese a que lo estatal es gratuito. Como información complementaria: la educación privada hace 15 años tenía un 15 % de alumnos a nivel nacional; hoy comprende el doble: un 30%, lo cual es un serio cuestionamiento para el Estado.
Parece muy loable que el Estado se preocupe por la mejora de la calidad de sus centros educativos pero, en su tal vez desesperación por no perder alumnos debiera ser muy cuidadoso a fin de no dar la impresión de algún tipo de campañas para golpear la educación privada; simplemente mejorar sus instituciones. El Estado toma todo el dinero  del erario,  pese a ello, sus resultados (PISA dixit) son muy inferiores a los de los privados.
Como primera noticia estos días los diarios, por información del Ministerio de Educación, han manifestado  que los padres de familia pueden verificar datos y la formalidad de las instituciones educativas públicas y privadas a la que aspiran llevar  a sus hijos mediante una página  web correspondiente. En realidad la información es mínima e insuficiente para tomar una decisión familiar, lo único significativo es que si el centro no es hallado en el respectivo portal ministerial, lo más probable es que sea un centro educativo informal, lo cual sí es un buen dato para el padre de familia. De todas formas, como las instituciones educativas públicas no tienen requisitos de aprobación, siempre son formales, la única golpeada es la privada a la cual se le solicitan tantas cosas para su formalización que al final hay las que optan por la informalidad dando educación ellas pero inscribiendo a sus alumnos en un colegio amigo como si fueran alumnos de él.
La segunda noticia, al parecer muy sincronizada con la anterior a fin de golpear a los centros privados es de ayer: en los Olivos el MINEDU ha cerrado 12 centros privados por informales, ya que proporcionan educación básica sin la debida autorización. Asimismo 05 en Ate. Hoy aparece en los diarios que 07 de cada 10 centros privados (información de la Directora de Calidad Educativa del Ministerio), tienen mala infraestructura (sobre unos 11,000 en Lima). Nada por supuesto de las deficiencias de los centros públicos en los mismos aspectos pese a que el Estado les proporciona aportes que no recibe el privado que se los tiene que conseguir con gran esfuerzo.
CONCLUSIÓN.

El MINEDU no debiera ver la “pajita en el ojo ajeno…” y, además, darse cuenta que el gran culpable de los centros informales es él al colocar tantos  y absurdos requisitos (cada día más) para crear planteles. No se puede pedir a quien nace una inversión millonaria para un proyecto incierto. A los estatales todo les viene de papá Estado.